Gran Juvé, el primer Gran Reserva Brut de Juvé & Camps y pionero de las largas crianzas, cumple nueva añada

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2024 / 20 / 11
Gran Juvé & Camps siendo servido en una copa en el Wine Bar

Con una crianza de 60 meses, esta nueva añada 2018 destaca por su gran carácter y elegancia, cremosidad y una fina y persistente burbuja.

Gran Juvé & Camps, uno de los elaborados más emblemáticos de la bodega familiar, presenta su nueva añada, la 2018. Con esta, se cumplen 52 vendimias de este Gran Reserva Brut de coupage que ha impresionado a los amantes del vino durante más de medio siglo, gracias a su larga crianza de 60 meses.

La historia de este Gran Reserva, que originalmente era conocido como “Gran Cru”, se remonta a 1972, su primera añada. Pionero de las largas crianzas, fue el primer espumoso gran reserva que Juvé & Camps sacó al mercado, y es fruto de las mejores parcelas de Espiells.  Desde el inicio, Juvé & Camps supo que estaba ante un vino destinado a impresionar, por lo que idearon una botella exclusiva que, con el tiempo, se ha convertido en un sello distintivo de la personalidad y el carácter de este espumoso emblemático.

“Gran Juvé & Camps es un ejercicio de precisión y de respeto a la tierra y a la materia prima que deja huella en quien lo bebe y es capaz de generar recuerdos memorables”, asegura Meritxell Juvé, cuarta generación y CEO de la bodega, quien recuerda sonriente que “a mi padre le gusta especialmente maridarlo con platos de cuchara, aunque, por supuesto, no hay guiso que esté a la altura de los que cocinaba su abuela. Una abuela siempre es la mejor cocinera”.

Este vino nace en la que se considera la añada más lluviosa de la comarca en la última década; un reto climatológico superado con éxito gracias al gran trabajo de campo del equipo de viticultura, liderado por Pep Jiménez. El resultado fue una cosecha generosa y fresca que ofrece vinos con una acidez perfecta para una excelente evolución durante las largas crianzas.

Las uvas destinadas al Gran Juvé se vendimian manualmente y vinifican con el máximo cuidado, fermentando las cuatro variedades por separado, y sobre lías en el caso de Xarel·lo y Chardonnay. Finalmente, en el arte del coupage se selecciona meticulosamente, de cada variedad, el mejor viñedo uniendo Xarel·lo, Macabeo, Chardonnay y Parellada en un elaborado único, refinado y excepcional; una obra de orfebrería, testimonio de la resiliencia de los viñedos de entre 35 y 50 años de Juvé & Camps y de su compromiso con la calidad que, además, nos ofreció en esta añada una acidez perfecta para largas crianzas.

Al degustarlo, se revela una burbuja elegante y presente, acompañada de notas de fruta de hueso y almendra tostada en nariz. En boca, destaca una acidez equilibrada, una notable corpulencia y un largo postgusto que remite a los matices tostados ya anticipados en su aroma. Es un vino altamente gastronómico, una delicia que encarna pura sofisticación.