1.500 botellas de un Gran Reserva Brut Nature procedente del viñedo de pinot noir más antiguo del Penedés.
La tercera añada de este excepcional espumoso, elaborado únicamente cuando la excelencia de sus uvas lo permite, limitado y con degüelles bajo demanda, sale por fin al mercado.
En una palabra: excepcional. La Siberia 2015, el Gran Reserva Brut Nature más exclusivo de Juvé & Camps, sale al mercado tras tres años de espera desde su última añada, la 2012, y ocho años de crianza. Este rosado parcelario, procedente del viñedo de pinot noir más antiguo del Penedès, una pequeña viña de 1,3 hectáreas y más de 40 años situada en una de las zonas más frías de la finca, es un monovarietal con más de 100 meses de crianza que vuelve, en esta tercera añada desde su lanzamiento, para sorprender con su complejidad y delicadeza.
La Siberia se concibe como un espumoso exclusivo que solo se elabora cuando la uva nos lo permite por su excelencia, como en el caso de la de 2015. Esta añada, a pesar de su escasa pluviometría, ya mostraba todo su potencial desde el viñedo y, gracias a las características de la parcela, por su reserva hídrica y localización en una de las zonas más frescas, fue capaz de retener el agua suficiente para regalarnos una materia prima con una acidez perfecta para su larga crianza. Una vendimia a mano y una mínima intervención aplicada en todo su proceso que implican un trabajo de cuidada artesanía del que se obtienen la finura y profundidad que este elaborado merece. El resultado es un gran vino espumoso de larguísima crianza que refuerza el posicionamiento y la maestría de la bodega del Penedés, Juvé & Camps.
La historia más personal de este extraordinario elaborado se remonta a 1984, año en el que la familia decidió conservar una pequeña parcela de poco más de una hectárea de pinot noir, variedad recién introducida por aquel entonces en la región. Quienes realizaban las podas en esa viña bautizaron la zona como “La Siberia” por sus frías temperaturas debidas a su ubicación, rodeada por un bosque y un torrente; un apodo que le dio nombre a este vino de carácter incomparable.
Meritxell Juvé, CEO y 4a generación familiar afirma que “es una obra de arte esculpida por el tiempo, de escasísima y limitadísima elaboración. Llevamos tres años esperando, desde la 2012, para disfrutar de esta última y tercera añada de La Siberia, y la espera ha valido la pena.”
La Siberia 2015 reafirma su elegancia y cremosidad, consolidándose como uno de los espumosos más singulares de la casa centenaria. Quienes tengan el placer de degustarla descubrirán, en cada sorbo, la esencia de un terroir único y un elevado nivel de excelencia y calidad, símbolos de la filosofía de la bodega que ha llevado a la creación de este tesoro vinícola. Rosado, numerado, impresionante.