La copa perfecta para servir vinos tintos, blancos y rosados

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2021 / 27 / 12
copa para servir vino

Disfrutar del sabor, aroma, color y textura de un vino tinto, blanco o rosado es una experiencia muy gratificante, subjetiva y personal. Para elevarla a un nivel superior, debes tener muy en cuenta la copa en la que lo servirás, para potenciar así sus características organolépticas.

El must de las copas vino

Al igual que los recipientes para degustar el cava, las copas de vino serán de vidrio liso y transparente, alejándonos de los cálices tallados, grabados y coloridos. De esta forma podrás ver perfectamente la expresión cromática y pureza del vino que vas a probar.

En lo referente al grosor, éste debe ser mínimo -alrededor de un milímetro- y el tallo tiene que permitir asir la copa sin entrar en contacto con el líquido (hecho que afectaría a su temperatura de servicio y estropearía la experiencia).

Copas Burdeos y Borgoña para el rey de los vinos

Tienen forma de balón de garganta ancha y bordes curvados hacia el interior. Su amplia apertura permite que el vino respire y se aprecien sus aromas. Destacan, de entre otras, los modelos Burdeos y Borgoña, que te ayudarán a sacar el máximo partido a la acidez, cuerpo, dulzor, fruta y taninos del vino tinto.

Costalara, D.O. Ribera del Duero mostrará todo el carácter de su singular terruño, por encima delos 800 metros sobre el nivel del mar y su madura edad (tras 12 meses reposando en barricas de roble francés y americano), en la copa Borgoña (más cerrada y con más balón que la Burdeos), en la que el caldo oxigenará de forma muy adecuada.

Casa Vella d’Espiells, D.O. Penedès expresará su singularidad en una copa Burdeos (que recuerda a un tulipán), gracias a la nobleza de la variedad bordelesa Cabernet Sauvignon que crece en Mediona. Su expresión aromática es intensa y profunda, con un paso por boca untuoso y opulento y un persistente final con recuerdos especiados.

El equilibrio perfecto para mantener la frescura del vino blanco

Aquí nos encontramos con recipientes más pequeños y con una boca más cerrada que las de su hermano tinto. De esta manera, se mantendrá la temperatura del líquido más fresca. El pie de los modelos de vino blanco es más largo para evitar, de esta manera, calentar la bebida con los dedos y palma de la mano al coger la copa.

Destacaríamos, en este apartado, la copa Chardonnay, en la que el vino ecológico Ermita d’Espiells, D.O. Penedès mostraría su equilibrado coupage (Xarel·lo, Macabeo, Parellada y un toque de Chardonnay) y aromas de fresca fruta blanca (pera y manzana), sobre un sutil fondo de flores blancas, rematado por un toque cítrico (limón) y herbáceo.

Una copa especial para vinos rosados suaves y frescos

En muchas ocasiones, la copa para vino blanco también es válida para los rosados, aunque también hay modelos específicos (con un cáliz corto y el borde ligeramente acampanado). El Aurora d’Espiells, D.O. Penedès y el Rosado de Pagos de Anguix, D.O. Ribera del Duero (ambos pertenecientes a la familia de vinos Juvé & Camps) lucen gracias a su amplia gama de aromas frutales y notas florales.

Las sugerentes notas de frutas rojas y negras (grosellas y frambuesas) hacen que el Aurora d’Espiells muestre toda su frescura y ligereza en una copa de vino rosado. Lo mismo le ocurre a la propuesta de Pagos de Anguix, que ofrece aromas a frutos rojos y de hueso, toques de almíbar y miel y fondo balsámico, como muestra de una personalidad golosa y opulenta. Sorprende en el paladar un punto de acidez mineral.

Existen múltiples opciones de copas en el mercado para que los vinos tintos, blancos y rosados de D.O. Penedès y D.O. Ribera del Duero se muestren con toda su expresividad y fuerza. ¡A disfrutar sea dicho!